Todo lo que hay que saber para tener una Medusa en casa | Medusalia

Introducción e Información básica de las Medusas.

 

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Figura 1: Fase medusoide de la especie Aurelia aurita. El banco de medusas se encuentra nadando entre las aguas mientras absorben distintas partículas de alimento para satisfacer sus necesidades vitales.

 

Las Medusas pertenecen al Filo Cnidaria, dónde también se encuentran las anémonas, corales, abanicos y plumas de mar. Dentro de este Filo podemos encontrar medusas pertenecientes a 3 clases distintas: clase Scyphozoa (escifozoos o también denominadas medusas verdaderas); clase Cubozoa (cubozoos o medusas de formas cúbicas o semejantes) y clase Hydrozoa (llamados también hidrozoarios, se pueden encontrar individuos solitarios, aunque se distribuyen típicamente en colonias).

El Filo Cnidaria se caracteriza por presentar en la dermis unas células especializadas, denominadas cnidocitos o cnidoblastos, que inyectan automáticamente una sustancia urticante cuando estas células se ven expuestas a cambios de presión y/o temperatura; lo que puede suceder, por ejemplo, cuando son rozados por otro animal. El poder urticante y las consecuencias del contacto con estas células dependen de la especie de cnidario de que se trate.

En realidad las medusas son una etapa del ciclo de vida de estos invertebrados, caracterizada por ser una fase de vida libre cuando alcanzan la madurez sexual. Esta etapa medusoide se reconoce por su particular estructura en forma de campana, con forma redondeada o cúbica y con un número variable de tentáculos. Su cuerpo está constituido por un 95% de agua y solo tiene dos capas de tejido, entre las cuales se encuentra una substancia gelatinosa llamada mesoglea que confiere volumen y cierta rigidez al cuerpo.

De esta manera, debido a su gran flotabilidad, encontramos normalmente a las medusas suspendidas en las masas de agua, presentando una distribución errática al ser arrastradas por las corrientes superficiales que provocan los vientos. En ocasiones, estos organismos pueden formar enjambres donde el número de individuos superan las decenas por metro cúbico. Sus apariciones son muy variables y suelen estar ligadas a periodos de estacionalidad, siendo el periodo más abundante entre el comienzo de primavera y el final del verano.

Asimismo su distribución y abundancia también dependen de la composición físico-química del agua, factores climáticos e impactos derivados de las actividades humanas. Por lo tanto, la variación de estos factores dificulta la predicción y control de la proliferación de estos organismos.

Sistema de alimentación.

 

Referente a la alimentación de las Medusas, éstas presentan una sola cavidad corporal con doble función; digerir y excretar, por lo que no existe un sistema digestivo y excretor diferenciado. A pesar de su relativa simplicidad, estos animales poseen una red neuronal rudimentaria, así como estructuras sensibles a las variaciones de luz y un sistema muscular que les permite el movimiento corporal para desplazarse en el agua para poder capturar el alimento.

Las Medusas se alimentan de zooplancton constituido principalmente por huevos y larvas de peces, crustáceos, moluscos e incluso de otros organismos como salpas, ctenóforos, algunos peces y otras medusas. La estrategia de caza es simple, se desplazan de forma activa en las masas de agua dónde capturan a sus presas con la ayuda de sus múltiples tentáculos. Cada uno de estos tentáculos está cubierto por cientos de células especializadas en la producción de veneno, las cuales, al ser activadas, inoculan el veneno a sus presas. El veneno provoca daños en diferentes células y tejidos de la presa que facilitan su captura e inmovilización. Una vez capturada la presa, ésta es dirigida hacia la cavidad oral, dónde con la ayuda de las enzimas gástricas, se llevará a cabo la degradación extracelular y su posterior digestión.

Algunas especies como Aurelia aurita, también conocida como medusa luna, la Cyanea nozakii y la Chrysaora quinquecirrha (ortiga marina) pueden llegar a consumir una gran cantidad de huevos y larvas de peces de elevada importancia comercial como anchovetas y sardinas, provocando grandes pérdidas económicas a las distintas pesquerías.

Sin embargo, la mayor repercusión de las grandes masas de Medusas es la alteración de la cadena trófica y el agotamiento del plancton. Cuando en una área determinada se dan concentraciones de Medusas que superan los parámetros normales, el nivel de consumo teórico de plancton por parte de estos animales puede superar a la cantidad de alimento disponible, llegando al punto de que estos organismos consuman prácticamente el 100% del plancton disponible, lo cual altera el resto de la trama trófica, generando grandes problemas a los peces planctívoros con los que compiten por los recursos alimenticios, afectando en este caso, como hemos señalado; al resto de la cadena trófica.

Papel ecológico.

 

A pesar de las grandes pérdidas económicas que pueden causar en el sector pesquero, las medusas también desempeñan un papel ecológico crucial en los ecosistemas acuáticos, ya que son piezas esenciales en el reciclaje de elementos como el carbono, nitrógeno y fósforo, los cuales son utilizados posteriormente por el fitoplancton.

Por otra parte, las Medusas son consideradas una fuente de alimento muy importante para muchas especies de peces y tortugas marinas entre otros, además de constituir un refugio para las larvas de varias especies de peces. De hecho hay datos que muestran aumentos en la captura de ciertas especies de peces comerciales en relación con los aumentos de medusas. Un ejemplo de dicha relación es la encontrada en el Mediterráneo noroccidental, dónde las especies de Rhizostoma pulmo y Cotylorhiza tuberculata, entre otras, albergan numerosas larvas y especies juveniles de peces, algunos de ellos de gran importancia comercial.

Además, como comentamos, muchas especies de medusas sirven de alimento para peces y tortugas marinas, como la tortuga laúd (Dermochelys coriácea) que es una consumidora obligada de zooplancton gelatinoso. De igual manera, son consumidas por la especie humana en algunos países asiáticos como China y Japón, dónde sus pesquerías son de gran importancia comercial desde la década de los 1970, y se han expandido en países como Australia, India, Estados Unidos y México.

Por otro lado, se están realizando estudios usando ciertas proteínas de tejidos de medusas en la investigación molecular, y biomédica, como por ejemplo la Proteína Verde Fluorescente (GFP), extraída de la medusa Aequorea victoria, que es un compuesto muy usado en biología molecular como marcador bioluminiscente.

Tortuga laúd

Figura 2: Uno de los mayores depredadores de medusas a nivel mundial, la especie Dermochelys coriácea o también conocida como tortuga laúd. Se trata de la mayor de las tortugas marinas, pudiendo llegar a los 3 metros de longitud y a unos 600 Kg de peso. Las tortugas laúd subsisten gracias a una dieta rica en medusas. Debido a la naturaleza transparente de sus presas, estas tortugas a menudo son asfixiadas por trozos de plástico que se encuentran a la deriva. Su pico en forma de gancho le ayuda a morder a las medusas, mientras que su garganta posee barbas apuntando hacia dentro que ayudan a tragárselas.

 

Acuario de Medusas. Ética y Moral.

 

La parte fundamental para poder tener unas majestuosas medusas en casa reside en la calidad y la salud del propio hábitat de las Medusas, es decir, su Acuario. Existen distintas labores que deben realizarse de manera continua, como la alimentación de las Medusas, la limpieza del Acuario y el control de los parámetros del agua.

Estas labores se muestran desglosadas y explicadas al detalle en nuestro apartado web de Mantenimiento – Asesoramiento Online – Manual de Mantenimiento para un Acuario de Medusas.

Por otra parte, muchas personas se preguntan si resulta ético mantener un animal en casa, lejos de su hábitat natural. Pues bien, entendemos que la parte consciente de un organismo se encuentra directamente ligada con el sistema nervioso, resultando en el sistema de operaciones y de control del individuo. En este sentido las medusas carecen de sistema nervioso central, no tienen cerebro y tiene sentido pensar que una medusa bien cuidada no tiene por qué sentirse limitada en un acuario que sea capaz de proporcionar las condiciones naturales. En esa misma línea, se podría decir que las medusas se asemejan más a las plantas que a los animales que acostumbramos a tener en casa; por lo que podríamos decir que no es más cruel que tener una planta en una maceta.

Por lo tanto, si el particular hace un buen uso del Acuario y se preocupa de reproducir las condiciones adecuadas para las Medusas (sin bordes afilados o superficies que dañen el organismo, buena calidad de agua, parámetros de temperatura y salinidad adecuados…), entonces no hay razón para que las medusas crean que no están en el océano.

Parece que el potencial de estos organismos se está empezando a vislumbrar. Las infinitas formas y combinaciones de colores que pueden adoptar las medusas hacen que sean de los animales más particulares y enigmáticos, por lo que su exposición en acuarios con fines educativos y recreativos resulta de gran interés y promete dar mucha guerra.

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Figura 3: Espectacular Acuario de Medusas  Pulse 180  en color blanco de segunda generación repleto de ejemplares de la especie Aurelia aurita en distintas fases de su desarrollo que otorgan una estética peculiar al hogar.